domingo, 26 de julio de 2009

ARISTOTELES DA LA REGLAS DEL JUEGO


La física de Aristóteles es supremamente elegante y coherente, con sólo cinco elementos (tierra, agua, aire, fuego, y éter) y sus tendencias a ocupar su lugar natural respectivo explica todos los fenómenos naturales conocidos y elabora un modelo del universo. La forma esférica por su simetría es elevada a la categoría de perfecta y por lo tanto propia para describir los objetos celestes los cuales a su vez están hechos de éter, una sustancia reservada para cuerpos perfectos. El elemento tierra, por el contrario, es corrupto y tiende a caer al centro, mientras que el fuego tiene la tendencia a ir hacia su lugar natural en el cielo. Estos conceptos no son arbitraros, tienen un sólido fundamento en la lógica Aristotélica y un profundo sentido de racionalidad. Podríamos decir que Aristóteles nos entregó las "reglas del juego" que ejercen gran influencia en el subsiguiente desarrollo de modelos cosmológicos. Estos conceptos entran al mundo con toda la fuerza de la autoridad de Aristóteles y luego reciben la bendición del escolasticismo reforzando su influencia hasta bien entrado el Renacimiento. Este es el marco conceptual y fundamento filosófico bajo el cual aparece el modelo Ptolemaico del universo que dominó por 2000 años: vivimos en un planeta privilegiado al centro del universo y circunscrito en una esfera celeste a su vez poblada por innumerable cantidad de estrellas, otros planetas y un sol.
La coherencia del modelo, el sustento lógico, la consistencia con el sentido común y el alineamiento con la teología medieval hacen del modelo Ptolemaico-Aristotélico la noción oficial del mundo y por lo tanto se opone de forma violenta a cualquier desviación o reto. La suerte de Giordano Bruno dramatiza en forma extrema la situación que se vivía en el siglo XVI. La influencia del recalcitrante racionalismo escolástico se refleja también en la oposición que sufren los filósofos como Pico della Mirandola y Marsilio Ficino, que experimentan con las ideas subversivas del Platonismo.

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